Modesto Hidalgo Acosta es un escritor, poeta y narrador de Jobabo, fundador del taller de repentismo infantil, y mantiene una participación sistemática en la programación cultural del municipio.
Ha publicado varios libros entre ellos, La canción de Tontosón, teatro para niños, Las glorias y las auras y cuentos. Sus obras han sido antologadas en Cuba y México. Ha recibido distintas distinciones en honor a su buen trabajo, y recibió varios premios en su trayectoria.
¿Cómo descubre que tenía talento para la poesía?
Bueno, yo no sé si tengo talento para la poesía, ¿no? Eso es mejor que lo digan los demás. Realmente, lo he dicho tal vez en otras entrevistas, fueron precisamente mis profesoras de español y literatura las que realmente notaron en mí que podía escribir, no sólo poesía, sino escribir con algún poco de talento o de distinción desde el punto de vista de lo que hacía. Fueron mis profesoras, las voy a mencionar, a dar mi justo cargo.
Fue mi profesora en secundaria Dalmis Busto, yo siempre fui su monitor y su alumno preferido hasta que llegó otro, que tal vez lo fue también, y sigo siendo, por supuesto, de sus amigos, la profesora Carmen Hernández en el preuniversitario.Ya más adelante, cuando comencé en el Taller Literario, por allá por el año 89, el Taller Literario, con mi amiga, Maura Betancourt, que era la organizadora de la Casa del Escritor, que existió aquí en Jobabo, y es donde interactué con poetas como Domingo Mesa, Raúl Félix Ávila, Amparo Ramírez, entre los más destacados, y otros.
Esos intercambios fueron puliéndome y me fui dando cuenta de dónde estaban mis debilidades y mis fortalezas desde el punto de vista de la escritura, dónde podía seguir mejorando, en algún momento, gané premios, gané menciones, reconocimientos, por el año 95, 96, el premio de cuento en el encuentro debate provincial literario. El presidente del jurado era nada menos que Guillermo Vidal Ortiz, por todos conocidos, Guillermo se me acercó y me hizo tal vez el reconocimiento más grande que alguien me ha hecho en la vida.
¿Dónde fueron sus principales presentaciones como declamador?
Bueno, yo no soy declamador. Yo incluso como declamador soy malo, no creo que todavía haya aprendido lo suficiente a decir mis versos como para que alguien pueda decir que soy un declamador. Declamador es un artista de otra índole. Un declamador es un intérprete de la poesía. Es un actor de alguna manera, yo digo mis versos y trato de decirlo de la manera más elocuente y correcta posible en cuanto a actividad me invitan realmente.
Tuve varias actividades donde decía mis versos, pero que por cuestiones de la crisis económica Cultura, no las ha vuelto a programar. Tenía durante más de veinte años mi Peña de la Décima que se llama Dónde Rompe la Crecida que es una Peña de la Décima donde además de homenajear a nuestra estrofa nacional, homenajeamos a Domingo Mesa porque ese es el título del libro de Décimas con que Domingo ganó la primera vez tuvo carácter nacional, vamos a ver si cultura en algún momento puede programarla de nuevo.
Hoy por hoy, mi tribuna principal para dar a conocer mi poesía es las redes sociales. Las redes sociales donde no declamo poesía en general, no la digo, sino que la escribo, la publico escrita, pero sí hay muchos sitios en Internet donde publico dentro de Cuba y fuera de Cuba.
¿Principal poesía a lo largo de su trayectoria como escritor?
Es que realmente no te puedo decir que yo tenga un poema principal o una poesía principal. Hay poemas que me gustan más que otros y que recurro mucho a ellos. Pero mi libro de poesía se llama El seductor enigma de la insania que publiqué en la editorial San López en el año 2005. Ese libro tiene un compendio de mi obra poética anterior, es decir, desde el año 89 hasta alrededor del 2004, casi quince años, ya con un poco de depuración e incluso géneros diversos, ahí están algunos de mis poemas que son los que más digo.
¿Se ha inspirado en su familia para escribir?
Sí, cómo no tengo poemas inspirados por mi esposa poemas inspirados por mi madre por mi padre por mis hijos para mis hijos durante un tiempo escribí cosas que eran para ellos por supuesto que eran cosas para niños pero para qué niño iba a escribir si yo tenía tres, era para los míos en primer lugar era ellos a los primeros que les decía las cosas que escribía y siempre uno tiene aún, cuando muchas veces no los publique porque son cuestiones digamos familiares, privadas, pero siempre la familia es fuente de inspiración
¿Mensaje para aquellas personas que les gusta escribir pero que tienen cierto miedo para dar el frente para darse a conocer?
Bueno yo siempre les aconsejo al que quiera escribir que escriba y que se equivoque y que tropiece y que escuche malos criterios y que siga adelante, cuando tú comienzas por supuesto que tienes mucho que aprender, cuando yo participé la primera vez en un encuentro debate municipal me criticaron tanto que me pasé cinco años sin ir, es decir, salí de allí pensando que yo lo mejor que hiciera era escribir porque además de ambicioso me presenté en poesía, en poesía para niños cuentos, décimas de todo y en todo salí mal y Maura a quien tanto agradezco estuvo detrás de mí insistiéndome para que volviera hasta que volví y cuando volví en el primer encuentro debate en que participé me llevé los premios, entonces porque te digan que no, no puedes rendirte, tú tienes que pensar que sí, es decir si te gusta escribir, escribe, insiste y tírate contra el muro y tírate contra los críticos y contra las malas críticas. Lo otro que le aconsejo es que lea, yo siempre le digo a la gente que escribe tú tienes que leer si no lees no podrás ser un buen escritor, léase a Guimo Pazán, léase a Chejo, léase a Mijaíl Chorojo, léase a Onelio Jorge Cardoso, léase a Carpentier, léase a Guillermo Vidal, léase a Carlos Esquivel, lea, para que usted vea cómo se escribe. Hay que compartir lo que uno hace porque no sabes si tienes un Kafka escondido. El consejo que doy es leer, escribir y socializar, participar en la actividad literaria más allá de que te quieran o no porque aquel que me dice qué bien me rebosa mucho más que el que me dice qué mal o el que no dice nada, el que dice qué bien me rebosa, me ilusiona me hace sentir feliz, y uno merece también eso que la gente reconozca lo que tú haces.
¿Podría regalarnos algo de su reciente creación?
Bueno, voy a decir este, le puse un título que dice Penas ¿Quién osa decir que tengo yo penas, José Martí?, y el poema dice así:
Yo tengo un corazón, como cualquiera,
con el ardor de un hombre apasionado,
sensible, luchador, enamorado,
dispuesto, como fértil sementera
al germinal intento en primavera.
Mi corazón de son, salsa, joropo,
es potro garañón donde galopo
en pos de la aventura y la utopía,
se alimenta con arte, poesía
y con todo lo bello que me topo.
Mi corazón recibe cada pena
como púgil que encaja un fuerte golpe
para emprender, tenaz, el contragolpe:
es esa la razón por la que entrena.
Lo sabe quién defiende la cadena
del miedo anonadante, que hay templanza
de acero toledano en la esperanza
con que mi corazón marcha a la lid,
indomable blasón de un adalid
que no pide clemencia ni se cansa.