Las Tunas.- Una planta de biopreparados, el Centro de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos (CREE), ubicado en el municipio de Jobabo, y el escorpionario constituyen las tres unidades fundamentales de la sucursal del grupo empresarial Labiofam en la provincia de Las Tunas.
Mediante una red de 14 puntos de venta en todos los municipios, la población tiene acceso a medicamentos, productos de aseo, alimentos y reconstituyentes de uso humano y veterinario, según Lisbeth Almaguer Batista, directora de la Unidad Empresarial de Base de Producción y Comercialización.
En la fábrica de Río Potrero, en esta ciudad, se producen numerosos productos naturales, destinados fundamentalmente al control de roedores e insectos, además de nutrientes de uso veterinario, que se expenden a las Unidades Básicas de Producción Cooperativa y Cooperativas de Producción Agropecuaria y de Créditos y Servicios, entre otras formas productivas.
No obstante, uno de sus renglones líderes es el Biorrat, un rodenticida biológico del que se elaboran hasta 10 toneladas mensuales y muy valorado por su efectividad en el control y la erradicación de roedores, y que se aplica con éxito en el territorio tunero, así como en varias provincias vecinas; entre ellas Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma y Holguín.
Almaguer Batista explicó que el CREE combate plagas y enfermedades en los cultivos varios mediante la producción de Trichoderma, hongo antagónico que ataca a otros tipos de hongos en tubérculos, hortalizas, frijol, tabaco y plantas ornamentales, fundamentalmente.
En la unidad también se produce Nicosave o tabaquina, un insecticida elaborado con residuos de la industria cigarrera, y que se destina al manejo de las plagas contra insectos de cuerpo blando del orden Hemíptera, como la mosca blanca, los pulgones y ácaros.
Por su parte, en el escorpionario de esta ciudad se crían galerías, insectos que se destinan a la alimentación de los alacranes los que, al ser ordeñados mediante estímulos eléctricos, aportan toxinas para el Vidatox, producto homeopático empleado en pacientes con cáncer y otras enfermedades.
De manera general sobresalen el Viocán para controlar procesos respiratorios en aves y cerdos, el Alcohol Boricado, el Hidrolizado de proteínas que es un reconstituyente animal, el té de plantas medicinales y los preparados que se venden a través de la Empresa Comercializadora de Medicamentos, como Flormaj y Mieleos.
Como parte del enfrentamiento a la enfermedad Covid-19, en el centro se fabrican productos alternativos, como loción y gel para las manos, solución hidroalcohólica y detergente clorado. Todas estas líneas se iniciaron en el 2020 y para la última etapa del año se impulsa la elaboración de desincrustante para baños.
Otros de los renglones más demandados son las natillas, el chocolatín y el sirope, este último con producción local de entre 10 mil y 15 mil litros cada mes, acotó Almaguer Batista.