Los adultos mayores son los más vulnerables ante la amenaza de la COVID-19, pero también protagonizan historias que dan aliento en tiempos sombríos. Tal es el caso del jobabense de 68 años Julio Batista Cutiño.
Él, desde el Triunfo de la Revolución Cubana trabajó sin cesar con el apoyo de sus padres. Cumplió dos misiones internacionalistas en Angola como infante, participó en la lucha contra bandidos, en la primera línea como explorador, además de chofer, fue uno de los últimos soldados en regresar a la patria con el deber cumplido.
Rastrero, mecánico, jefe de taller, brigada de apoyo al MININT y varios otros oficios que desempeñó a lo largo de su vida, hoy tiene varias patologías asociadas a la edad, pero no le impiden continuar apoyando a la Revolución que forjo nuestro comandante. Ante la presencia en Cuba de la COVID-19 le estamos demostrando al mundo el ejemplo humano y solidario que nos enseñó Fidel.