Jobabo.- Desde que inició en marzo de este año la COVID-19 en Cuba, la dirección del país y los funcionarios de Salud Pública indicaron la necesidad de desinfectar los ómnibus y el lavado de las manos de los pasajeros y tripulantes antes de subir a los medios.
Sin embargo en Jobabo tal orientación se aplicó por los integrantes de la Cruz Roja en toda su dimensión en los más duros momentos en que la pandemia golpeaba sin medida a la nación. Ahora la realidad es otra aunque las medidas son las mismas.
Refiero esta situación porque en el caso del municipio solo se aplica sustancia jabonosa en la terminal a las salidas de la una de la tarde a los pasajeros de los ómnibus de las rutas rurales que salen después de las dos de la tarde y a los que toman el ómnibus de las tres con destino a Las Tunas.
Será que los decisores consideran que a las 4:30 de la madrugada cuando sale para la capital provincial la primera guagua, y después el cierre a las 5:30 el virus a esas horas no puede estar presente.
Pero eso solo no sucede ahí en el terminal de Jobabo, sino que en ningún punto de transportación masiva ni en las piqueras de coches existe el agua clorada ni la solución jabonosa, en franca violación de las indicaciones de Salud Pública y el Ministerio del Transporte.
Al municipio lo salva un poco que nunca ha aparecido un caso de la Covid-19, porque mira que se cometen indisciplinas de ese y de otros tipos como es la violación del distanciamiento físico en los ómnibus y en la terminal y áreas de ambarque.
Nunca es tarde mientras uno de nosotros no se infeste por el mortal virus que hoy azota al mundo y que causó hasta el momento el deceso de más de un millón de personas, entre ellos miles de niños, ancianos y mujeres vulnerables.