Jobabo.- Con promedios de menos de una hectárea de forrajes por finca y todavía relegado a un segundo plano el programa de alimentación animal, constituye uno de los principales problemas que afectan a los ganaderos jobabenses para enfrentar el periodo seco venidero.
Especialistas del sector pecuario, reconocen que todavía no se ha dado la importancia que requiere transformar los patrones alimentarios de ganadería bovina, y solo menos del 10 % de los tenedores de reses se preparan medianamente con caña y kingrass, con niveles que no satisfacen la demanda nutricional del rebaño en los meses entre enero y abril.
Esta situación, que viola las normas establecidas para el sector pecuario, no solo provoca una drástica caída en la parte productiva, tanto de leche como de carne, sino que aumenta la mortalidad general que en el primer primer trimestre del presente calendario superó el 7% de la masa con incidencia en las 28 unidades que integran el sistema de la agricultura en Jobabo.
En los últimos seminarios impartidos a los presidentes y administrativos de las cooperativas locales, se ha insistido en retomar con agilidad el programa de alimentación animal y buscar alternativas de acuartonamiento escalonado que protejan los potreros, sin embargo, los obstáculos están en la falta de recursos e insumos para el cercado, el alto grado de infestación de marabú que presenta las áreas de desarrollo, y las limitaciones que ofrecen los hábitos culturales de crianza mediante pastoreo.
Los análisis sobre el tema reflejan que con la primavera pasada, muy limitada en lluvias, no se lograron recuperar los pastos naturales en la mayoría de las cooperativas, siendo muy complejo la situación para los ganaderos de las CCS Antonio Fernández, Jorge Aleaga, Adriano Nieves y Abel Santamaría, y las UBPC Las Margaritas, Enrique Casals, Rosendo Arteaga y 1 de enero y 26 de Julio.