Jobabo.- Con un índice de natalidad vacuna de 223 puntos porcentuales de más de 300, es decir, casi mil terneros menos que lo que se planeaba nacerían hasta el cierre de junio, Jobabo registra problemas en uno de los principales indicadores de la gestión pecuaria y obliga a prestarle mayor atención en tal sentido en meses venideros.
Las principales causas de este incumplimiento se deben la falta de acompañamiento a un programa genético que potencie la reproducción de las reses, la carencia de sementales en la mayoría de las zonas de explotación pecuaria, problemas en el manejo del rebaño al hacer un uso inadecuado de las estabulaciones entre hembras en edad reproductiva y la falta de capacitación en cuestiones básicas de atención al ganado vacuno, señalaron especialistas de este sector en la localidad.
Esta situación también viene influenciada por la falta de un programa que favorezca la reproducción asistida, contando en Jobabo con solo 3 unidades pecuarias insertadas en la inseminación artificial, en este caso son las UBPC, mientras que las cooperativas de créditos y servicios y de producción agropecuaria no mantienen estabilidad en este indicador.
Ello está dado por la falta de especialistas y condiciones materiales para un adecuado manejo en tal sentido, por lo que se proyectan acciones que vayan enfocadas a la formación de fisiopatólogos e inseminadores que logren cubrir las principales rutas de producción de leche y carne del municipio.
Dirigentes de las bases campesinas abogaron por tener especialistas propios que ofrezcan servicios directamente en las unidades y no mantener la dependencia de la empresa agropecuaria, cuyas condiciones hoy no satisfacen la demanda del programa genético local.
Otro de los indicadores claves es la mortalidad, calificada de preocupante, pues al cierre de junio Jobabo registró más de 180 decesos, entre ellos 50 crías, y en la mayoría de los casos se debió al inadecuado manejo del rebaño, siendo precisamente las más afectadas las UBPC. De acuerdo a las estadísticas, junio ha sido uno de los meses más complicados a pesar de que desde mayo existe una recuperación progresiva de los potreros con la estabilidad del periodo lluvioso.