Las Tunas.- Según expertos, una hectárea sembrada de ajonjolí puede generar hasta 400 litros de aceite y en el caso del girasol, la cantidad es mayor. Cifras más o cifras menos, lo cierto es que la siembra de esas especies pudiera aliviar las actuales condiciones económicas y contribuir a la alimentación del pueblo.
Con ese propósito, desde el año pasado el territorio participa en el proyecto nacional «Producción de plantas oleaginosas como apoyo a la implementación de la ley de soberanía y seguridad alimentaria en la provincia Las Tunas», el cual coordina la Doctora Raquel Ruz Reyes, profesora e investigadora del Centro de estudios de desarrollo agrario de la universidad local.
La especialista explicó que se evalúan cultivares de soya y maíz, además de ajonjolí y girasol, con las que se trabaja más ampliamente. Acotó que todas se adaptan muy bien a las condiciones de sequía y fuerte incidencia del sol, características de los ocho municipios tuneros.
Dijo Ruz Reyes que, además del aceite destinado el consumo humano, los subproductos constituyen una valiosa reserva para la alimentación animal, especialmente para los cerdos y las aves, por lo que se podrían aumentar las producciones de huevos y carne porcina y avícola.
Acotó que se trabaja en los centros primarios de diversidad en Manatí, Puerto Padre, Jesús Menéndez, Majibacoa y Las Tunas, lo que permitirá multiplicar las semillas. También señaló que ahora lo más importante es que los campesinos aprendan las técnicas de cultivo y cosecha.
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