Sensibilidad humana es uno de los valores que distinguen a Diosdado Hurtado León, conocido popularmente como Habana, quien ha dedicado 30 años de su vida a laborar en el mayor centro asistencial en Jobabo.
¿Pudiera ponernos al tanto de cómo se inserta usted a trabajar en este centro asistencial?
«En los inicios comencé en la brigada de mantenimiento por un periodo de veinte años, con resultados satisfactorios. Presté servicios en Las tunas, Amancio con reconocimiento por mi labor fue un gesto humano, de ayuda. También la escuela de San Antonio fui necesitado como plomero, asumiendo cada tarea con responsabilidad».
«Aquí en estos años he sido reconocido por mi trabajo siendo seleccionado como mejor trabajador por varios años, ya que asumo cualquier tarea, participo en los trabajos voluntarios, razones por las que se me reconoce mi trabajo».
¿Usted hace referencia que se desempeño por muchos años como plomero cómo fue su transito de plomero a camillero?
«Ser camillero siempre me motivó, se me dio la oportunidad de que había una plaza vacante y opté por ella, Siempre hubo quien no estaba de acuerdo por mi buena labor en la brigada de mantenimiento, pero se me otorgó sin impedimento».
¿Qué se siente realizar el traslado de los pacientes hasta las diferentes consultas?
«Para mí un orgullo inmenso trasladar a los pacientes a cada estudio que se le haga, me siento una persona realizada con mi labor, todo el trabajo lo hago con mucho amor y cariño. Tal es así que las personas me reconocen, me saludan, me identifican, muchas veces ni los recuerdo, y eso me hace sentir con un orgullo fenomenal, que las personas te reconozcan por tu buen trabajo».
«Muchos se dicen por qué habana pregunta el nombre de los pacientes, pero lo hago para saber a quien traslado, ante cualquier duda pregunto qué hacer, a dónde lo dirijo, y cuando llego me reporto estoy aquí ya con el paciente, y lo caracterizo por ejemplo es diabético, tiene esto, lo otro y sea atendido con premura».
¿Alguna vivencia que haya tenido usted con esta labor, tan sencilla y humana?
«Entre tantas vivencias que he tenido en este trabajo sobresale con una paciente diabética que hubo que mover del cuerpo de guardia, con un movimiento un poco rápido, producto que no estaba bien estabilizada, al llegar a la sala estaba ya el doctor Marlon y rápido se puso en función ya que estaba rígida, y eso me conmovió porque gracias a mi premura en su traslado recibió su tratamiento y al otro día estaba ya conversando, riendo, es decir la diabetes se había controlado, eso me hizo sentir que mi trabajo también es importante».
¿Dada la importancia que hoy tiene la labor de camillero en este centro asistencial qué mensaje quisiera transmitirles a otras personas?
«Decirle al pueblo que mientras tenga salud voy a continuar ejerciendo mi trabajo, me gusta y lo hago con todo el amor que requiere, aunque muchos no lo reconozcan, y todo aquel que desee ser camillero sepan que es un trabajo importante, ayudar a las personas, que se sientan bien que lo hagan como yo con orgullo y decisión».