En el municipio de Jobabo, especialistas nacionales y locales evaluaron la ejecución del Proyecto IRES, centrándose en las acciones implementadas en las zonas de desarrollo rural y los aportes en la transformación paisajística.
El análisis abarcó, principalmente, el uso eficiente de recursos energéticos para la preparación de suelos y la instalación de módulos para la reforestación integral de fincas y áreas agrícolas, claves para impulsar la sostenibilidad medioambiental en el territorio.
Durante la inspección, se visitaron el Politécnico Manifiesto de Montecristi y las fincas de productores pertenecientes a la CCS Antonio Fernández, donde predomina el cultivo de frutales con apoyo financiero de IRES. En estos sitios, se verificaron los avances y las tareas pendientes, destacándose la necesidad de recursos para completar los módulos FRUGART y CEPLAT, esenciales para modernizar la producción y mejorar la eficiencia de un programa donde se combina lo ambiental y lo económico.
Además, se revisaron los compromisos del proyecto en la entrega de sistemas de riego y otros medios indispensables para potenciar los entornos paisajísticos rurales, y se analizaron las condiciones reales de los productores para cumplir con las acciones asignadas, según el cronograma establecido para cada finca, identificando obstáculos logísticos y financieros que requieren atención inmediata, especialmente en el acceso a posturas y combustibles.
Armando Ávila García, especialista en monitoreo de indicadores y salvaguarda ambiental del IRES, destacó las prioridades del proyecto en materia de gestión forestal. Subrayó que, más allá de los beneficios ecológicos, los resultados finales del IRES generarán importantes aportes económicos para las comunidades rurales y los campesinos, mejorando su calidad de vida y productividad.
El balance reflejó avances significativos, pero también dejó en evidencia la urgencia de fortalecer la dotación de recursos y la capacitación a los agricultores, teniendo en cuenta la implementación efectiva de los módulos tecnológicos y que el cumplimiento de los plazos serán determinantes para alcanzar los objetivos del proyecto con el fin de garantizar su impacto a largo plazo.
¿Qué se ha hecho en Jobabo como parte de IRES?
“Hemos hecho varias acciones con el objetivo de ir aumentando la implementación del proyecto. Una ha sido la capacitación de los productores, que es de vital importancia que los productores conozcan cómo se ejecuta, cómo se implementa cada módulo, en dependencia de los cultivos, ya sea cultivos ovarios o especies forestales. Otra de las acciones que se ha ido intencionando es ya la implementación y la reeducación del marabú en alguna finca por parte de los productores, con medios propios.”
“Y en el caso del polo productivo, 10 hectáreas del productor Maiber Fernández, que fue con el uso de las nuevas tecnologías que hoy están plantadas de plátano burro. Estas corresponden al módulo de CEPLA. Otra de las acciones buenas ha sido ir identificando las fincas que mayor avanzan inicialmente para ir priorizando esas fincas.”
“Y bueno, se trabaja hoy también en la microlocalización para la adquisición o la entrega de los nuevos sistemas de riego a los productores. Fundamentalmente en esta primera etapa es el módulo del frutales. En estos momentos estamos también enfrascados en la preparación de tierra.”
“Se ha preparado tierra a varios productores, en el caso de la CCS Antonio Fernández, la UBPC Rosendo Artiaga y la UBPC Las Margaritas. Y continuamos con la programación cada mes para ir aprovechando la liberación del combustible e ir poniendo en movimiento las tierras que se necesitan para poder aumentar las acciones del proyecto en el municipio. La prioridad del proyecto va a estar siempre enfocada en enverdecer los campos.”
“En primer lugar, aumentar la resiliencia en los campos, en las zonas vulnerables, aumentar la resiliencia y embellecer los campos a través de la reforestación. Porque aunque son módulos agrícolas, llevan especies forestales, llevan cortinas de romper vientos, llevan otras especies que van en la misma parcela, en el mismo sitio de intervención.”
“No, ahí como usted bien explica, estamos en presencia de nuevas tareas, tareas diferentes a las que veníamos desarrollando. Inicialmente los productores no asimilaban estas tareas, pero bueno, ya con el cruzar del tiempo y las veces que se han visitado, pues ya hay aceptación. Y al ver que otros avanzan, pues los demás se han incorporado y asimilan bien ya los nuevos cambios.”
¿Cuáles son los objetivos de IRES?
El Proyecto IRES (Incremento de la Resiliencia Climática de los Hogares y Comunidades Rurales) es una iniciativa financiada por el Fondo Verde para el Clima e implementada por la FAO en colaboración con el Ministerio de la Agricultura de Cuba. Su objetivo principal es fortalecer la resiliencia climática de la producción agrícola en zonas rurales vulnerables mediante la rehabilitación de paisajes productivos, la introducción de sistemas agroforestales y silvopastoriles, y la reforestación de áreas degradadas. Con un financiamiento de 38,2 millones de dólares no reembolsables, el proyecto busca mejorar la seguridad alimentaria, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 2,7 millones de toneladas y beneficiar directamente a más de 51,000 personas, especialmente mujeres, en un plazo de siete años.
El proyecto se enfoca en siete municipios cubanos considerados entre los más vulnerables al cambio climático: Corralillo, Quemado de Güines y Santo Domingo en Villa Clara; Los Arabos en Matanzas; y Amancio, Colombia y Jobabo en Las Tunas. Estas zonas fueron seleccionadas por su alta exposición a sequías agrícolas y otros fenómenos climáticos extremos. Entre las acciones concretas destacan la transformación de 35,000 hectáreas con sistemas agroforestales, la creación de 17 fincas escuelas para capacitar a agricultores y el apoyo a marcos normativos.