El maestro es el eslabón fundamental en la formación y desarrollo de valores en los educandos. Inspira respeto, admiración, engendra saberes y es la familia de cada escolar en la institución educativa.
El Licenciado en Biología que reside en Jobabo, las Tunas Jesús Martínez Matos, educador desde el corazón que por 48 años con esfuerzo y dedicación contribuye a formar las generaciones del futuro.
«Mi vida laboral como educador comenzó el 28 de agosto de 1975 vine a cumplir servicio social al politécnico Manifiesto de Montecristi, donde laboré aproximadamente 25 años. Luego me incorporé al sector de la salud donde llevo entre 21 o 22 años, nunca he perdido mis raíces como educador, no me he apartado de la docencia, he seguido perfeccionándome, superándome, dando amor y corazón en la formación de las nuevas generaciones».
Como dijo el maestro…educar es preparar al hombre para la vida, así lo siente Jesús en sus 48 años de educador«La docencia es una profesión que la llevo dentro con mucho amor, dedicación y satisfacción en este transcurso de 48 años como educador, el aprecio de los estudiantes a los que he formado tanto del sistema educacional como en la salud, carreras como enfermería comunitaria, ginecoobstetricia, pediatría, el trabajo con los residentes de medicina general integral, en los módulos de educación para la salud, comunicación social, y otras, quiere decir que mi vida ha estado dedicada como educador del sector salud, siempre trabajando con el sentido humano, dando todo de mi».
Que te reconozcan y admiren tu labor como docente, te llena de satisfacción y te da fuerza para continuar con esta obra de infinito amor, expresa «En la actualidad como comunicador también me dedico a la educación de las nuevas generaciones. El mayor reconocimiento que puede tener un educador que tus estudiantes te reconozcan, admiren tu labor, dedicación, eso cala profundamente en los sentimientos de una persona, te hace ser más humano, te reconforta y te da fuerzas para continuar como educador».
48 años como educador, aun no son suficientes para Jesús Martínez Matos, por eso, se le ve en su andar diario en la práctica de la pedagogía de la ternura.