Jobabo.- Las limitaciones de organización laboral y aislamiento impuestas para prevenir la COVID-19 y algunas interrupciones momentáneas no han impedido que los tabaqueros jobabenses acumulen en lo que va de 2021 más de 3 millones y medio de puros, alrededor del 91 % de su plan para el periodo enero-mayo.
Es la primera vez que para esta fecha se registra un cumplimiento inferior a lo programado, que incluye un retraso de casi 400 mil unidades en este mes, sin embargo, ello no significa una caída drástica teniendo en cuenta las condiciones anormales en las que se labora, significó el director de la entidad, Gustavo Rosabal Peña.

Las principales cuestiones que influyen tienen que ver una división de la jornada laboral repartida en dos brigadas que laboran solo cuatro horas, lo que lógicamente posibilita a lo sumo que cada torcedor pueda llegar al final día con unos 250 o 300 tabacos listos para sellar, cuando en otras etapas se hacia casi el doble.
Si bien ello influye en el salario, atendiendo que el pago depende del desempeño individual y colectivo, y el rendimiento ha caído, se han buscado las alternativas para que cada obrero perciba al final de mes un monto decoroso, que se acerca lo más posible a lo que firmaba en nomina en etapas anteriores, resalta Rosabal Peña.
Lo que se está priorizando ahora es la calidad en el acabado de las vitolas, es decir, los tipos de tabaco que se producen en la tabaquería jobabense, y al mismo tiempo, que haya una mayor prevención frente a la enfermedad, pues esta ha sido una de las pocas entidades locales con eventos de contagio de COVID-19 entre trabajadores.
Si bien ya se augura que será muy difícil llegarle al final de año a los 10 millones de tabacos torcidos que tienen en plan, se reconoce el esfuerzo del colectivo, sabiendo que es la primera vez que la fábrica quedará marcada por una caída productiva, más que no depende de la voluntad y el desempeño de los más de 200 obreros que laboran allí.