Las Tunas.- En la provincia de Las Tunas hay varias experiencias en la crianza de búfalos, una actividad no exenta de mucho trabajo; pero menos difícil de lo que se cree, pues son animales de doma fácil, siempre que estén distantes los ruidos de los perros y las voces de los hombres.
Son dos mil 504 las cabezas registradas en los controles de la Delegación Territorial del Ministerio de la Agricultura; sin embargo, hay reportes de que en varios puntos de la geografía tunera, decenas de ejemplares viven en su hábitat natural, lejos de las personas.
Hasta hace un tiempo, había búfalos en varias unidades agropecuarias de cinco de los ocho municipios; pero por diferentes razones, en Majibacoa y “Amancio” cesó su crianza y ahora solo se dispone de ellos en Manatí, “Jesús Menéndez” y Las Tunas.
La mayor cantidad -unos mil 200- está en manos de la Empresa Integral Agropecuaria (EIA), entidad que consolida su presencia en la zona de El Raúl, del territorio manatiense; pero que pretende multiplicarlos, según su plan de desarrollo hasta el año 2030.
Así lo informó el director general de la EIA, Alberto González Hernández, quien explicó que esos animales no están contemplados en los balances nacionales de producción de carne y leche porque la intención fundamental es incrementar su masa.
Acotó que, para ello, lo primero es establecer centros de cría y desarrollo de las hembras, y sacrificar solamente a los machos y a las reproductoras de desecho; además de la búsqueda de áreas para el pastoreo y de instalaciones que ahora están en desuso.
Por ello se estudia aprovechar una amplia zona del municipio de Puerto Padre, en la que se proyecta incorporar ganado caprino para el control del marabú. Los machos se usarían para la producción de carne y la leche de las hembras se destinaría a un proyecto de inversión extranjera para la elaboración de queso duro.
En la provincia hay ganado bufalino de río y pantano que se adapta muy bien a las condiciones locales del clima, por lo que es posible incrementar los rebaños sin hacer grandes inversiones. Basta tenerles agua, pastos y plantas proteicas y forrajeras; además del acuartonamiento con cercas eléctricas.
Esos animales, presentes en Cuba desde hace varias décadas, se caracterizan por su alta natalidad, bajo índice de muertes y una longevidad que les permite la reproducción desde los tres hasta los 20 años. Ganan peso con rapidez, resisten diversas enfermedades y son excelentes para la tracción animal.