Jobabo.- Más de dos mil patios y parcelas incorporados al movimiento de la agricultura urbana y familiar desde marzo de 2020 hasta ahora denota un crecimiento notable en las capacidades de sostenibilidad alimentaria que si bien no suplen en más de un 15 % la demanda de viandas y vegetales, sí constituye un aliciente para complementar las necesidades básicas de la cocina del hogar.
Ello representa alrededor de un 18 % del potencial existente en el municipio, mientras que se pretende ir aumentando progresivamente este año en la suma de familias que tienen otras preferencias más allá de parte agrícola, e incursionan activamente en la crianza de aves, cerdos, y ganado ovino-caprino.
Aun así, bajo todavía para las potencialidades de Jobabo, sí se aprecia que hay una mayor cobertura alimentaria familiar y el triple de las viviendas registradas en este programa priorizado valorando las estadísticas de calendarios anteriores.
El principal impulso estuvo asociado a la inestabilidad alimentaria que se presenció a partir marzo y abril del 2020, que en plena crisis pandémica dejó al municipio sin prácticamente suministros de productos del agro, al mismo tiempo que se hizo un llamado a aprovechar al máximo los espacios vacíos en la siembra de viandas y hortalizas.
Independientemente que todas las demarcaciones han evidenciado avances, dentro de los Consejos Populares con mayores resultados en la sostenibilidad alimentaria familiar están, en el área rural: Zabalo-Dos Hermanos, El Níspero y Mejías, mientras que dentro del urbano, ha sido El 12-Argentina sur y el Manuel Ascunce, los que más patios incorporados tienen a la producción intensiva.
En el caso de El Níspero, es el Consejo Popular escogido para modelar un experimento de sostenibilidad alimentaria y promover el movimiento de autosuficiencia desde una óptica diferente, más bien, enfocada en los propios aportes de sus pobladores y reducir al mínimo los envíos desde otras demarcaciones.
Especialistas de la agricultura urbana insisten que el objetivo es fomentar cultivos de corta duración, cuyos excedentes pueden comercializarse entre los vecinos e incluso, hay una idea de cómo gestionar en un futuro las ventas para que la gente acuda a un centro dentro del propio consejo popular con lo que cosecha en sus casas.
Si bien ha avanzado la parte de los cultivos varios en el movimiento de agricultura familiar, hoy los restos están en la avicultura, la necesidad de incrementar la crianza de cerdos, ganado ovino caprino e incentivar a la gente para que se interese por la cunicultura, pues, lo que más ha escaseado en este último calendario ha sido la carne, cuya demanda es bastante alta y no va a poder ser respaldada muy fácil por parte de las unidades agropecuarias jobabenses, refieren directivos.