Hablar de vigilancia cederista y de enfrentamiento al delito y las indisciplinas sociales es como si le encontraran la cosquilla a Mario Rodríguez Mendoza, un viejo dirigente de base de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) que lleva casi 30 años como coordinador de la Zona 72 de Jobabo, municipio situado al sur de la provincia de Las Tunas.
Para Mario no hay tareas más importantes que el funcionamiento de sus seis comités y reunirse con la gente para valorar los problemas que afectan a la comunidad para de conjunto resolverlos, es por ello que hoy Las 40, el reparto donde está enclavada la Zona 72 tiene resultados significativos en el enfrentamiento al delito y las indisciplinas sociales.
“Aquí no se amenaza a los vecinos con llamar a la policía ni se intimida a nadie, sino se reúnen y conversan, se llama la atención a cualquiera que afecte la tranquilidad ciudadana y se convence sin alboroto y tanta persuasión como suele suceder en muchos barrios, así la gente no ve los dirigentes del comité como enemigos ni chivatos´´ explica Mario.
“Siempre busco la manera de capacitar a los coordinadores y demás miembros del ejecutivo para que den buenas charlas educativas sobre cualquier tema que implique a los CDR, y me gusta conversar con la gente cuando detecto un problema, hasta ahora lo asimilan bien y los hechos que se dan en la zona se han enfrentado de forma inmediata con efectividad´´ argumenta.
“ Lo más frecuente en esta área son los escándalos públicos y los grupitos de gente bebiendo ron en las esquinas, hacia ahí dirigimos el trabajo y se aprecian buenos resultados´´
A Mario solo hay que darle el pie forzado con una pregunta y el diálogo parece interminable, es prácticamente una enciclopedia en estos temas de funcionamiento cederista, su experiencia de tantos años lidiando con la gente del barrio le valen para dotarse de las herramientas necesarias y hacer que su zona sea una de las de mejores resultados en Jobabo.
“Nosotros aquí no hablamos de finanzas, eso viene solo, en las reuniones los temas de debate son el cuidado de las instituciones, de las viviendas de los vecinos, la disposición de la gente a cooperar en la limpieza de la zanja y los tragantes, cómo estructurar mejor la guardia nocturna, cómo apoyar al viejito que vive solo en las principales tareas del hogar… y un tema que no falta es los festejos, pues hay que celebrar los cumpleaños colectivos, las efemérides principales y preparar la fiesta mayor con suficiente tiempo, la el 27 de septiembre en la noche´´. (Lógicamente ahora limitada por la compleja situación epidemiológica)
Dice que no pocas veces ha llevado hasta el Comité Municipal de los CDR estos temas y se han debatido con profundidad, lo que sucede es que no siempre hay deseos de trabajar y para dirigir en las estructuras de base hay que ser líder natural. El respeto no se exige sino se gana con los hechos y el ejemplo, y Mario parece haberse ganado este galardón que es mucho más importante que cualquier medalla o reconocimiento.
“Esta no es la mejor zona, aún nos falta mucho pero, nos satisface que la labor marcha bien y que la gente lo aprecia, que la gente lo reconoce y contribuye a que haya resultados´´
Aun cuando se sabe que su misión como coordinador de zona es el motor impulsor del trabajo cederista, su modestia hace que el reconocimiento vaya hasta más abajo, hasta los que sin más cargo que el de simple cederista hacen mover el difícil engranaje del comité que es donde se gestan los procesos más importantes.
(Entrevista realizada en 2019)