Por mucho que se ha querido modernizar la agricultura no desaparece la milenaria función de los boyeros, profesión que leva mucha dedicación y aprendizaje, y sobre todo, paciencia para lidiar con animales a los que poco a poco les van tomando cariño.
No es difícil en los amaneceres del campo escuchar el eco de alguno de ellos ¡Ven acá cejinegro, apártate colorao!
Bueyes, está bien para pequeños cultivos pero no para grandes áreas de tierra