Jobabo.- Con mejores resultados en la atención integral a los campesinos por parte de las organizaciones de base y en la aplicación de la ciencia y la técnica para mejorar el quehacer agroalimentario, los campesinos y cooperativistas jobabenses arriban al 26 de julio.
Precisamente una de las potencialidades mejor explotadas por este sector, y que ha tenido un crecimiento significativo en los dos últimos calendarios es el movimiento agroecológico, destacando el vínculo entre la ANAP y el centro universitario municipal, el papel del centro de capacitación agropecuaria y el protagonismo de productores de avanzada que comparten sus experiencias para incrementar las fincas insertadas en iniciativas que lideran la sostenibilidad en la producción de semillas, experimentos de resiliencia ante el cambio climático, el empleo de medios biológicos para combatir las plagas y el rendimiento de cultivos de ciclo corto.
Si bien en materia de atención al sector cooperativo y campesino persisten retos, sobre todo en cuestiones que tienen que ver las relaciones con las entidades comercializadoras, la gestión de las organizaciones de base de la Anap ha tenido un despegue significativo que satisfactoriamente promueve un mayor vínculo con la base, la visita a productores, el apoyo a sus asociados y el reconocimiento a campesinos y familiares que destacan en los diferentes programas.
En el último calendario una de las prioridades ha estado en fortalecer la integración de las mujeres a las actividades anapistas y ponderar su desempeño en las juntas directivas tanto de las cooperativas como de las organizaciones de base, estrechar las alianzas con otras organizaciones políticas y de masas para motivar a los jóvenes que residen en la zona rural a insertarse en el movimiento campesino, y participar más en proyectos de desarrollo local que respondan a viejas demandas en el acceso a recursos y financiamientos para incrementar la producción de alimentos.
En este sentido destacan las cooperativas de créditos y servicios Osvaldo Figueredo y Julio Antonio Mella, incluidas en la segunda fase de Apocoop, programa que favorece a casi una veintena de productores y familiares de las zonas de Feijó y Ciruelito, y otras unidades de este tipo incluidas en el proyecto IRES, que comprende buenas propuestas en la gestión socioproductiva en un contexto de cambio climático y nuevas técnicas para vincular la actividad forestal con la agricultura y el silvopastoreo, ambos, además de recursos proporcionan buenas capacitaciones y saberes colectivos.