Año tras año se habla de la necesidad de que se haga coincidir la cantidad de forrajes que se siembra con la cantidad de reses que tienen los ganaderos, sin embargo, no todos han asimilado con beneplacito esta recomendación que a viva voz reclaman los directivos, especialistas y veterinarios, y que a ciencia cierta, viene a ser el complemento más importante de un adecuado manejo de la masa vacuna.
Algunos pasos se han dado, por un lado con la siembra de forrajes tanto en la parte estatal como en la privada, y por otro, con el paulatino desarrollo de una fábrica de pienso a partir de cosechas propias de la localidad, que propone una buena base alimentaria combinando las plantas nutritivas forrajeras con granos y desechos de cosechas. Su probada rentabilidad deja una buena experiencia en este campo poco explorado por los que siguen dependiendo de los potreros verdes en tiempos de primavera.
Cuando llegan los meses de sequía los pastos naturales comienzan a hacer sus estragos en la ganadería, especialmente cuando esa hierba abundante comienza a reducir su tamaño, impidiendo que las reses puedan trozarla con su lengua.A finales de octubre y principios de noviembre los potreros cambian de color y la hierba corta no es saludable para las reses, pues al intentar alcanzar un bocado alcanzan la tierra y aparece en muchos casos la anemia en las reses.En algunas unidades se tienen determinados pastos que se mantienen altos para el tiempo de sequía y mas o menos favorecen la alimentación ganadera, pero más del 90 % de los ganaderos dependen de potreros con el llamado ¨Pelo de Burro¨ o Jiribilla, el cual se seca por completo y queda prácticamente pegado a la tierra.En áreas bajas o donde el manto freático es más rico, la formación de pequeñas lagunas ayuda un tanto en mantener algunos pastos en buenas condiciones, pero ello depende de la cantidad de ganado que se tenga en el potrero.En muchas fincas de ganaderos privados se ha logrado ver cuán importante es prepararse para la sequía, pero no es la caña de azúcar lo más ideal para suplir esa carencia de pastos en el periodo seco. Todavía se ve a la gramínea como la mejor apuesta.
Otros pastos y forrajes que han sido introducidos de manera extensiva en el programa de aliment...
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Pastos plantados: Hierba Fina
King Grass y caña
King Grass
En la Granja Heriberto Cortés, la única unidad ganadera estatal que queda en Jobabo se ha tratado de potenciar la siembra de plantas proteicas como la morera, la moringa, la tithonia y en menor medida la leucaena para asegurar la alimentación de la masa ganadera.El principal proyecto de alimentación ganadera de Jobabo está centrado en extender una finca de semillas de pastos y forrajes para suplir la demanda del sector privado y de la parte estatal, y obtener producciones que abastezcan la pequeña industria de pienso que funciona en las antiguas instalaciones de MakenafProducciones Tithonia en la finca de semillas suple parte de la demanda de la fábrica de pienso criollo de Jobabo
Proceso de producción del pienso criollo
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Una buena práctica de ganaderos de antaño y que ahora se aboga por retomar era la de los postes vivos, pues su uso no solo está en proteger el alambre sino también en emplearse durante estos meses de seca como alimento animal.El objetivo de una buena alimentación ganadera es garantizar la calidad del rebaño y evitar esos contraste que se aprecian en muchas vaquerías, donde aparecen buenas y malas prácticas de manejo.
Máster en Ciencias de la Comunicación. Licenciado en Educación. Periodista en Radio Cabaniguán desde 2010 y editor de la página web Radio Cabaniguán. Atiende los temas relacionados con la Agricultura, Producción de Alimentos, Economía y Desarrollo Local.
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