La oportunidad de que los pobladores de los asentamientos rurales que están bajo el radio de acción del Proyecto IRES participen con iniciativas comunitarias y reciban las capacitaciones en silvicultura y manejo agroecológico tendría un impacto significativo a largo plazo en Jobabo, destacaron promotores de este programa financiado por el Fondo Verde del Clima de las Naciones Unidas.
No solo se involucran a campesinos y cooperativistas, sino a todos los factores institucionales que de una u otra forma pueden contribuir en la reforestación y el cambio de los entornos paisajísticos rurales, que es el objetivo principal.
Ello le da un valor agregado a las acciones que hay planificadas para el período, significó Pedro Rodríguez, coordinador de IRES en Jobabo, quien resaltó el papel que han desempeñado los círculos de interés que han vinculado sobre todo el colectivo de “Siembra conmigo” de la escuela primaria Rosendo Arteaga, hasta el momento los más activos y entusiastas.
Además, expuso que junto a los estudiantes de este y casi una decena de centros educativos del municipio se aprecia como poco a poco los padres y familiares, maestros y líderes comunitarios se van involucrando.
Los fondos de IRES van destinados a fomentar módulos agroforestales que combinan los cultivos tradicionales con especies frutales y madereras, algo que ya va dejando resultados en más de una veintena de fincas, sobre todo en los llamados Frugart y ceplat, que consisten en establecer plantaciones de mango y guayaba junto a cultivos varios, y árboles de cedro con áreas plataneras.
Expusieron que el secreto de esta estrategia está no solo en cambiar los entornos paisajísticos de las fincas agrícolas, sino buscar una complementariedad en el manejo de plagas y protección de lo que se siembre.