Ayer, Jobabo fue afectado por una tormenta local severa, con precipitaciones que superaron los 70 milímetros, acompañadas de granizos y vientos en rachas de hasta 60 km/h.
El Centro Meteorológico Provincial certificó la magnitud de este evento que destaca por su carácter repentino y focalizado en la zona, aunque no se registraron daños materiales en infraestructuras o viviendas, según confirmaron autoridades locales.
El Centro de Gestión para la Reducción de Riesgos (CGRR) señaló que, a diferencia de tormentas anteriores, esta no dejó afectaciones en el fondo habitacional ni en servicios básicos. Sin embargo, se mantuvo activo el monitoreo en áreas vulnerables debido a la saturación de los suelos y los posibles impactos en áreas proclives a inundaciones.
Este es el segundo evento de este tipo en Jobabo en lo que va de 2025, un comportamiento que coincide con el promedio histórico de los últimos años, sobre todo para la temporada ciclónica en la región.
Expertos indican que, aunque estos fenómenos son recurrentes en el municipio —con dos a tres casos anuales—, a la vez que su impredecibilidad exige reforzar las medidas preventivas, sobre todo en zonas más expuestas a inundaciones, especialmente en el centro y la periferia urbana, las cuales requieren atención prioritaria ante la posibilidad de nuevos episodios.
Pese a la ausencia de daños mayores, vecinos y especialistas alertan sobre la precariedad del sistema de drenaje pluvial en Jobabo, que aumenta el riesgo ante lluvias prolongadas teniendo en cuenta que no se han ejecutado obras concretas para mitigar este problema, lo que podría agravar el impacto en futuros eventos.
El caso de Jobabo refleja la urgencia de combinar preparación ciudadana con inversiones en infraestructura de prevención y mitigación de riesgos, claves en un escenario de cambio climático donde estos fenómenos podrían intensificarse.