Las Tunas.- En la provincia de Las Tunas la ganadería pasa por uno de sus peores momentos, pues en los dos primeros cuatrimestres del actual año se reporta un decrecimiento de la masa vacuna ascendente a 14 mil 337 cabezas.
Según especialistas del sector agropecuario, persisten insuficiencias relacionadas con la genética, la reproducción y el mal manejo de los rebaños, lo que eleva el índice de mortalidad a más de 18 mil 717 ejemplares. A eso se añaden las afectaciones por hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor.
En unidades productoras de los ocho municipios tuneros también se registra falta de control y exigencia de las juntas directivas porque solo disponen de los pastos naturales y escasean el agua y las plantas proteicas y forrajeras, elementales para el desarrollo integral de los animales.
Esas circunstancias, repetitivas mes tras mes en todo el territorio tunero, ocasionan serios incumplimientos de los planes productivos de leche y carne vacuna, dos renglones determinantes en la alimentación de niños, enfermos y embarazadas.
Hasta el mes de agosto, la entrega de carne se comportaba al 52 por ciento de lo planificado, con un déficit de más de mil 178 toneladas, debido a dificultades en la contratación a los productores e incumplimientos de los pesos promedio de los animales para el sacrificio.
Por su parte, la entrega de leche al Estado estaba al 82 por ciento, con una deuda a la industria superior al millón 938 mil 400 litros. No obstante, los ganaderos tuneros logran crecer el acopio de ese renglón contra el real del año anterior.