La necesidad de reforzar la vigilancia antidrogas en cooperativas y terrenos vinculados al sector agropecuario, especialmente en lo relacionado con la siembra clandestina de marihuana, fue uno de los temas centrales debatidos en una reunión con dirigentes de base del sector cooperativo y campesino en Jobabo.
Las autoridades insistieron en la importancia de combatir este flagelo, que no solo afecta la seguridad, sino también la producción agrícola y la integridad de las comunidades rurales.
Oficiales del Ministerio del Interior en la localidad explicaron los indicios que pueden delatar la existencia de sembradíos ocultos entre la maleza, así como los métodos utilizados por los infractores.
Se enfatizó en la necesidad de capacitar a los campesinos y cooperativistas para identificar estas prácticas ilícitas y evitar que sus tierras sean utilizadas para el cultivo de drogas. Además, se analizaron estrategias para desarticular las redes que operan en la zona.
El encuentro también abordó otros delitos que impactan al sector, como los robos de ganado y la importancia de fortalecer los registros pecuarios.
Los participantes coincidieron en que una mayor rigurosidad en los procesos de control y supervisión es clave para transformar la situación actual y garantizar la protección de los recursos productivos.
Preocupa especialmente el incremento sostenido de los delitos contra la ganadería, un problema que sigue en alza y que requiere de acciones coordinadas entre las autoridades y los productores.
Las irregularidades en el manejo de los inventarios y la falta de seguimiento facilitan el hurto de animales, perjudicando la economía de las cooperativas.
Las autoridades llamaron a mantener la alerta y a fortalecer la colaboración ciudadana para denunciar cualquier actividad sospechosa. La reunión concluyó con el compromiso de implementar medidas más estrictas y promover una cultura de legalidad en el sector agropecuario, con el fin de erradicar tanto el narcocultivo como otros delitos que afectan al campo.