La producción lechera en Jobabo dista mucho de alcanzar sus potencialidades reales, así como la media histórica registrada en años anteriores, situación que sigue generando análisis en el sector agropecuario local y una incapacidad casi perenne de autoabastecimiento a todas las necesidades del municipio.
El promedio diario de entrega actual ronda los mil 965 litros, menos de un tercio de lo que se acopiaba en mayo antes de 2020, mes que marca el inicio de la zafra de la leche. A la vez que el panorama productivo no ha mostrado mejorías significativas en lo que va de junio, lo que refleja una crisis persistente en el sector.
Al cierre de mayo, la producción general del municipio alcanzó apenas unos 70.000 litros, cifra que antes era equivalente a lo que entregaba mensualmente la cooperativa Jorge Aliaga, la de mayor rendimiento. Aunque esta unidad sigue liderando con 22.500 litros en el último reporte, su producción evidencia una notable caída en comparación con años anteriores.
En segundo lugar se ubica la cooperativa Protesta de Baraguá, con aproximadamente 8.900 litros reportados en mayo. Sin embargo, el desempeño de otras unidades con altas potencialidades, como Adriano Nieves, Antonio Fernández, Victoriano Martínez y Victoria de Girón, resulta alarmante, pues no superan los 150 litros diarios, muy por debajo de su capacidad real.
Estas cifras han motivado reiterados análisis por parte de las autoridades y especialistas, aunque sin resultados tangibles. Entre los principales problemas identificados destacan la reducción anual de la masa bovina (entre un 7 % y un 10 %), el incremento del hurto y sacrificio ilegal de ganado, así como la baja natalidad del rebaño.
A estos obstáculos se suman la falta de un manejo genético adecuado, la insuficiente atención a la alimentación animal y las dificultades financieras, como los impagos y el limitado acceso al dinero en bancos. Estos factores, combinados, profundizan la crisis y alejan al sector de una posible recuperación.
Por otro lado aparece la lenta recuperación ganadera en la parte estatal, pues la Empresa Agroindustrial, todavía no logra introducir la capacidad de producción que anteriormente tenía y no aporta a la entrega a la industria, sin embargo, tiene potencialidades suficientes para ponerse a la par de las cooperativas de mayor capacidad.
Especialistas pecuarios han insistido que mientras no se implementen soluciones integrales que aborden estas problemáticas, la producción lechera en Jobabo seguirá estancada, afectando no solo la economía local, sino también el abastecimiento de un alimento esencial para la población.