La masa vacuna continuó en descenso en Jobabo durante 2024, registrándose al cierre de octubre 2 mil 878 reses menos que las censadas al iniciar el calendario, lo cual deja en existencia sólo 23 mil 827 cabezas y un incómodo deterioro de la capacidad productiva del sector pecuario local prácticamente imposible de recuperar a corto plazo.
Si bien a partir del segundo semestre comenzaron a desacelerar las muertes, la correlación entre altas y bajas por diferentes conceptos es notable, siendo mucho más alta la cifra de pérdidas que los ingresos al registro desde enero hasta la fecha, aun cuando en el último mes esa tendencia se invirtió ligeramente con poco más de 100 nacimiento que los bovinos que se dieron de baja.
La analítica de la gestión de la masa contempla además la alta tasa de mortalidad de crías, por su incidencia significativa en la regeneración del rebaño, calculándose que en los 10 primeros meses del año, de las 2 mil 798 muertes, 849 fueron terneros, alrededor del 30%.
Los especialistas están claros que con esos números de defunciones y una alta pérdida de animales por delitos más los sacrificios en matadero para asegurar el cumplimiento de los planes de carne del municipio, lo cual todo combinado supera la regeneración bovina, de no revertirse deja nulas posibilidades de una recuperación de la masa en calendarios venideros.
Para este año se augura que el decrecimiento bovino no sobrepase la alarmante cifra del 2023, en que se rebajaron de los registros más de 4 mil 500 animales, sin embargo, en porcentajes teniendo en cuenta la masa total pudiera ser prácticamente similar, pues hasta el cierre de octubre el déficit se acercaba los 11 puntos porcentuales frente a los 12.71 del año pasado, y aún quedan dos meses en los que la sequía puede jugar una mala pasada.