El Centro de Producción de Labiofam en Jobabo enfrenta una inestabilidad progresiva debido a la falta de materias primas esenciales desde abril pasado, casi un año prácticamente interruptos, afectándose el cumplimiento del principal encargo de esta instalación que años pasados destacaba por sus resultados económicos-productivos. A pesar de diversificar su producción con tés de caña santa, moringa y pasiflora, su comercialización ha sido escasa, y las ventas acumuladas no generan ingresos suficientes para cubrir salarios, dejando a los trabajadores interruptos, destaca el Ingeniero Omar Ávila, especialista principal del referido establecimiento.
La producción de humus de lombriz tampoco encuentra mercado, dado que los agricultores locales no tienen tradición de usar abonos orgánicos. Alternativas como la producción de medios biológicos, incluyendo trichoderma y Beauveria, se han visto limitadas por la falta de insumos como alcohol, guantes y detergentes. Sin embargo, se exploran opciones como el uso de maíz y contratos con productores locales para retomar parcialmente las actividades.

El centro espera iniciar en abril la producción de Beauveria, coincidiendo con las siembras de boniato, aunque persisten desafíos de comercialización y recursos. Esta situación refleja la necesidad de revitalizar tradiciones agrícolas locales y fortalecer las condiciones productivas del sector.
Actualmente, ¿con qué dificultades se enfrentan en la producción de Labiofam?
” Aquí no hay nada de materia prima para hacer ninguna producción. Desde abril que fue que entró la última miel para hacer las producciones de microorganismos y el Fertimet, más nunca ha entrado nada. Estuvimos haciendo otras producciones alternativas, en el caso de los té, el té para infusión de diferentes sabores, y entonces eso no ha tenido mucha comercialización, y estamos estancados con una gran cantidad de producciones ahí que no se han vendido.”
“Ahora tenemos té de caña santa, té de moringa, té de pasiflora, tenemos esas tres líneas, y no tienen comercialización, es muy poca. Aquí está costando sobre los 10 pesos, depende del precio de la materia prima.”
Entonces, ustedes no llegan ni siquiera a cubrir el salario de los obreros de este centro de Labiofam…
“No, en este momento, fíjate que no estamos trabajando, los trabajadores están interruptos, y las otras producciones que tú me estabas hablando, el humus de lombriz, tenemos una gran producción aquí, alrededor de casi dos toneladas, hechas en bolsitas de dos kilos, y tampoco tiene salida. Generalmente los productores de aquí, de Joao, no utilizan el abono orgánico para su cultivo.”
¿El humus de lombriz no tiene salida aquí?
“No tiene salida. No lo compran”
¿Y Granja Urbana, que eran los principales clientes de ustedes hace un tiempo?
“Esa gente tiene generalmente los huertos sin trabajar, y como tampoco tienen producciones, se ven en la misma situación.”
“Las bolsas de dos kilogramos tienen 50 pesos el precio. Un buen precio, no estaba tan caro tampoco. Además, si tenemos en cuenta la calidad que tiene aquí también el humus de lombriz, y que es uno de los mejores abonos orgánicos del mundo, no sé, es que no hay esa tradición de los campesinos, ni de los productores, utilizar el humus de lombriz.”
“Bueno, realmente la línea de producción del CREE es los medios biológicos. Nosotros pudiéramos estar produciendo la trichoderma, la Beauveria, el micro organismo eficiente y el nicosabe, que son las cuatro líneas que generalmente se producen aquí para los cultivos.”
Pero la miel, ¿no la tienen?
“No la tenemos, tenemos una asignación ahora, pero nos la dieron en Ciego de Ávila. La cabecilla de arroz, que es la materia prima principal que se utiliza en la producción de los medios biológicos, compite con el consumo de la población y de los animales. Así que no tenemos asignación.”
¿Qué alternativas están explorando?
“Estamos viendo con los productores que están produciendo arroz para hacer contratos con ellos, negocios, cuando pelaran el arroz. Nosotros nos quedamos con la cabecilla, pero tú sabes que ahora se están pelando con los métodos tradicionales de aquí de Jobabo, y realmente no deja cabecilla. Sale todo, sale el polvo y nosotros no podemos utilizar el polvo.”
“Ahora estamos buscando una alternativa con el maíz, tenemos un nivelito de maíz, pero entonces nos faltan las otras partes, el alcohol. Ya tenemos la cepa aquí, la trichoderma y la Beauveria, ya están aquí en el centro. Tenemos alrededor de tres quintales de maíz molido, ya esperado también.”
¿Les faltan otros recursos?
“Por lo menos nos falta esta parte y los aseguramientos para el trabajador. Los guantes, le falta el detergente, el alcohol como desinfectante.”
“La tabaquina, que así podemos hacerlo, nos falta el alcohol también, pero la comercialización es muy baja. Aquí lo que más se vende así es la trichoderma y eso en los periodos de semillero. Y la Beauveria ahora debe comenzarse, si podemos comenzar en abril, que empiezan a estar las siembras del boniato, que es para el control que actúan del boniato.”
¿Creen que puedan organizar las producciones a tiempo?
“Si pudiéramos organizar los niveles de producción, que tenemos otra asignación más de maíz en la empresa, entonces podríamos hacer la Beauveria a partir de abril, que es que más o menos empieza a salir, que ya con las lluvias, tú sabes que generalmente las siembras aquí son en secano, del boniato, y es para el control. Con esas producciones sí tienen un poquito más de salida.”
Hace un año se propuso la recuperación de la gestión productiva de Labiofam en Jobabo, una entidad que antaño fue referente en el sector. Sin embargo, enfrenta serias limitaciones operativas y tecnológicas, agravadas por la escasez de recursos y la falta de materias primas, lo que afecta significativamente su desempeño. A pesar de las adversidades, el enfoque sigue siendo superar estos obstáculos y trabajar en la mejora de sus procesos, con la esperanza de devolverle el protagonismo que alguna vez tuvo.