Con una reducción que se acerca a las mil cabezas de ganado vacuno al cierre del primer semestre, Jobabo continúa perdiendo progresivamente su capacidad productiva en el sector pecuario, disminución que representa casi un cinco por ciento de la masa total, lo que refleja un preocupante declive en la actividad ganadera del territorio.
Según los datos oficiales, la masa ganadera certificada en junio fue de solo 22.448 reses, frente a las 23.260 registradas al concluir diciembre de 2024. Esta notable reducción evidencia un retroceso en la producción, con implicaciones económicas y sociales para una región donde la ganadería es un pilar fundamental.
El análisis de las estadísticas revela un desequilibrio entre natalidad y bajas, siendo especialmente alarmante la cifra de defunciones, que supera las 1.200 en solo seis meses. Lo más preocupante es que más de un tercio de estas muertes corresponden a crías, lo que limita las posibilidades de recuperación acelerada de la masa ganadera, necesaria para frenar el declive del sector.
Además de las pérdidas por mortalidad, inciden otros factores como los delitos contra la ganadería y los sacrificios legales. Solo en el primer semestre, más de 184 reses fueron llevadas a matadero para cumplir con el encargo social, una cifra que contribuye a la reducción del rebaño y agrava la situación productiva del municipio.
Ante este escenario, las autoridades locales y los productores enfrentan el reto de implementar estrategias que permitan revertir la tendencia, combatiendo la mortalidad animal, la incidencia delictiva y optimizando los procesos productivos para garantizar la sostenibilidad de la ganadería en Jobabo.