A más de 20 millones y medio de pesos ascendieron los gastos generales de Jobabo enfocados en la prevención y enfrentamiento a la COVID-19 contabilizaron desde la Dirección Municipal de Finanzas y Precios, institución que tuvo que adecuar en reiteradas ocasiones las diferentes partidas para que pudieran cubrirse las demandas del sector de la salud y las entidades que apoyaron.
Este monto representa alrededor del cinco por ciento del presupuesto anual de esta localidad del sur tunero, que además de tener un alto coste en programas sociales, superiores a los 17 millones, los ingresos propios por diferentes conceptos no cubren la totalidad de lo que desembolsan los bancos, es decir, que se trata de un municipio deficitario.
La mayor parte de los fondos empleados en la prevención de la COVID-19 y luego las acciones operativas vinieron de subvenciones del Gobierno Provincial y Central, incluyendo otros 8 millones 700 mil pesos que costó la campaña de vacunación.
Los principales gastos en esta etapa se generaron en acondicionamiento de locales para centros de aislamiento, transportación de pacientes y medios destinados a la asistencia médica, adquisición de alimentos y otros recursos indispensables para el funcionamiento de las instalaciones hospitalarias.
Autoridades del partido y el gobierno destacan los aportes que hicieron de manera solidaria campesinos, cooperativistas, trabajadores de diferentes sectores, incluyendo a los cuentapropistas, quienes donaron diversos recursos y alimentos por valores que se acercan a los 100 mil pesos; especialmente apoyaron el funcionamiento de los centros de aislamiento, y los hogares Materno y de Ancianos.
El efecto económico de la pandemia no solo se aprecia en los gastos, sino en la paralización parcial o total de las principales actividades económico-sociales del municipio, dejando pérdidas incalculables en sectores productivos como el carbón, la minería, el tabaco, el comercio y la gastronomía, y la propia agricultura, señalaron.