La convergencia del Proyecto ¨Resiliencia climática en ecosistemas agrícolas de Cuba¨ (IRES) con otras iniciativas locales y el programa de internacionalización del municipio, enfocado más bien a la gestión de capacidades para la exportación de productos agropecuarios, enfoca en demarcaciones específicas un valor agregado a las transformaciones que van teniendo los entornos productivos, destaca Pedro Rodríguez, coordinador de IRES en Jobabo.
«Aunque no es uno de los objetivos del proyecto, cuya temática es medioambientalista, aprovechamos a un grupo de productores que tienen entre sus compromisos el desarrollo de módulos de frutales y de fomento de árboles maderables intercalados con cultivos varios para, que los recursos que se aportan, tengan también un efecto positivo en la economía del municipio» expone.
Experiencias recientes en este sentido ya se aprecian en zonas productivas del norte de Jobabo con la inclusión en el programa de las exportaciones de unos cinco productores de la Cooperativa de Créditos y Servicios Antonio Fernández, todos beneficiados con el proyecto IRES, los cuales además de aprovechar esos recursos darán un valor agregado a sus compromisos de reforestación, y podrán, además, certificar sus fincas con un sello agroecológico.
El coordinador de IRES en Jobabo, refirió que la cooperación de IRES con el resto de los proyectos genera mayores incentivos a los productores, y un recurso vital en los entornos agropecuarios donde se pretende reforestar, sobre todo con los frutales.