Jobabo.- Contratación, planes, gestión de las juntas directivas, aseguramiento de la entrega de carne a la industria, incumplimientos reiterados en este y otros renglones como la leche… y escurriendo a cuentagotas el combustible para sacar las principales actividades que influyen en el sector agropecuario, transcurrió el intercambio de dirigentes locales del Partido Comunista de Cuba (PCC), el gobierno y de la ANAP y el propio Sistema de la Agricultura con presidentes y administradores de cooperativas.
De la contratación 2025, que inició el 1ro de octubre, aún no se ha hecho un sólo contrato en la base, aseguró Oscar Alberto Martínez Domínguez, miembro del Buró Municipal del PCC que atiende la Esfera Agroalimentaria y Económica Productiva, insistiendo en la calidad de este proceso y la necesidad de constatar con la correspondencia de los asociados a cada unidad.
Fue enfático en la asistencia a estos encuentros que definen el seguimiento estratégico a los encargos estatales, pues partiendo de que un grupo de presidentes de cooperativas no asistieron siquiera al seminario preparatorio de la contratación, y ahora también se reitera la misma indisciplina, no se puede lograr un adecuado trabajo de coordinación a los procesos productivos y de comercialización agropecuaria.
Por su parte el Viceintendente que atiende la Esfera Agroalimentaria, Miguel Quesada Clark, expuso los incumplimientos de la mayoría de las unidades en la entrega de carne a la industria, resultando en ocho formas productivas que desde enero hasta la fecha no han hecho ninguna venta al cárnico, lo cual señaló, es falta de control en la base e incapacidad de las juntas directivas de dar seguimiento a la contratación actual.
En este caso, los representantes de las unidades argumentaron dos cuestiones claves: la falta de combustible para ejecutar las acciones de recogida de los animales y los trámites que hay que hacer antes de llevar a matadero, y la reducción de la masa en muchos casos por robo, pérdidas, y muertes.
Denunciaron además la situación de los impagos de producciones, sobre todo en la parte pecuaria, lo cual implica afectaciones significativas a la capacidad económica de la cooperativa, la falta de credibilidad en los procesos de gestión comercial y la negativa en muchos casos a responder ante el encargo estatal.
Otro punto complicado del intercambio tiene que ver con la bancarización, el acceso a los propios recursos financieros de las cooperativas y sus asociados, y la lenta adaptabilidad de los campesinos a entornos digitales para los cuales, en la mayoría de los casos, la línea aprendizaje es muy difícil y no se cuenta con las condiciones tecnológicas que permitan acceso desde todos las zonas rurales.