En Cuba, el trabajo del artista aficionado es un acto de nobleza, sacrificio y entrega, donde el verdadero pago es el aplauso del público y la satisfacción de compartir ideas que enriquecen el bienestar social. Estos creadores, movidos por el amor al arte y la cultura, dedican años—incluso toda una vida—a su vocación, sin más pretensiones que el disfrute personal y la esperanza de que su talento trascienda.
En Jobabo, esta jornada de homenaje se vivió con entusiasmo: la Banda Municipal de Conciertos y diversas actuaciones animaron la celebración, mientras se reconocía a figuras clave del movimiento artístico local. Entre los galardonados destacaron:
- Artes visuales: Elaimis Echemendías.
- Teatro: Ivandro Duardo.
- Música: Giraldo Escobar, Geinier Verdecia, Esteban Ramírez y Humberto Acosta.
- Literatura: Gerardo Villa Sánchez y Enrique Valera.
- Promoción cultural: María Elena Bueno del Toro e Idael González Pérez.
- Proyectos comunitarios: Rebeca Broni Zamora (Movimiento de Mujeres Creadoras) y Cristina Gil Ayala (Proyecto Diverso).
También se distinguió a unidades artísticas como el Grupo Estrella Roja, el Grupo Arcoíris y el Grupo de Danza Arbore, cuyos integrantes recibieron sus premios entre aplausos y alegría.
El Movimiento de Artistas Aficionados es hoy el corazón de la programación cultural jobabense. Su talento y constancia revitalizan las tradiciones y llenan de color las comunidades, confirmando las palabras de Fidel Castro en 1991: “Uno de los propósitos fundamentales de la Revolución es desarrollar el arte y la cultura, para que lleguen a ser un verdadero patrimonio del pueblo”. Cada nuevo aficionado que se suma es un paso hacia una sociedad más plena y culta.