En su cuenta en la red social X, el también ministro de Comunicación destacó que la votación unánime celebrada la víspera en ese órgano se une a otros triunfos como la condena en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra y las sanciones de Estados Unidos contra el general ruandés James Kabarebe.
“El veneno ruandés (mentiras, noticias falsas, etc.) y la negación permanente no podrán alterar la verdad bien conocida por todo el mundo”, dijo Muyaya.
La víspera el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad la resolución 2773, que condena enérgicamente la ofensiva en curso y los avances del Movimiento 23 de Marzo (M23) en Kivu Norte y Kivu Sur, con el apoyo de las Fuerzas de Defensa de Ruanda (RDF).
En virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, el órgano decidió que el M23 debe cesar inmediatamente las hostilidades, retirarse de Goma, Bukavu y todas las zonas bajo su control, incluidas las rutas terrestres y lacustres, y revertir completamente el establecimiento de administraciones paralelas ilegítimas en la RDC.
También, convocaron a las RDF a que cesen su apoyo al M23 y se retiren inmediatamente del territorio congoleño, sin condiciones previas.
El Consejo instó a ambas partes a implementar plena y rápidamente los compromisos acordados respecto a la implementación del plan armonizado para la neutralización de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y la retirada del territorio congoleño.
De igual forma, llamó a la aplicación del Concepto de Operaciones y la rápida puesta en funcionamiento del Mecanismo de Verificación Reforzado Ad hoc; además de reanudar las consultas políticas en el marco del Proceso de Nairobi para abordar la cuestión de los grupos armados, incluido el M23.
El Consejo de Seguridad igualmente exhortó a Kinshasa y Kigali a que regresen sin condiciones previas a las negociaciones diplomáticas con carácter de urgencia para lograr una solución duradera y pacífica del prolongado conflicto en la región.
En tal sentido, ofreció su apoyo a todas las iniciativas y contribuciones encaminadas a lograr este objetivo y reafirmó el papel fundamental de los procesos de Luanda y Nairobi y la necesidad de mejorar la coordinación, la armonización y la complementariedad de ambos procesos.
El órgano de la ONU reiteró el llamado urgente a todas las partes para que concluyan un alto el fuego inmediato e incondicional; y condenó enérgicamente los ataques contra la población civil y la infraestructura, incluido el personal de la ONU, humanitario y médico; las ejecuciones sumarias, la violencia sexual y el reclutamiento de niños.