En tanto, el Ejército de Israel solo espera la orden para lanzarse contra la franja de Gaza, aseguró hoy el portavoz del Ministerio de Defensa mientras fuentes en Palestina elevaron a 83 los muertos por los bombardeos contra ese territorio palestino.

La cifra de muertos, aún parcial, incluye 13 niños y siete mujeres y la de heridos por los bombardeos israelíes contra la franja bordea el medio millar, agregó una funcionaria del Ministerio de Salud palestino, Ashraf Al Qidra, la cual dio cuenta de la creciente escasez de medios y equipos para atenderlos.

Del lado israelí las fuentes oficiales admiten la muerte de siete personas, entre ellos un policía, contraste que evidencia la asimetría de la colisión iniciada por la expulsión de árabes residentes en el distrito de Sheikh Jarrah en Jerusalén este para entregar sus casas a judíos trasplantados a territorio palestino ocupado.

Israel asegura que el estallido de violencia es consecuencia de disparos de cohetes sobre su territorio, pero la colisión incluye varios elementos explosivos el principal las constantes profanaciones por israelíes de la Explanada de las Mezquitas, incluida de Al Aqsa, uno de los tres lugares más sagrados para los musulmanes.

En Gaza el panorama es desolador: edificios de viviendas derrumbados, cañerías rotas derramando agua potable que cada vez resulta más escasa y familias enteras que buscan donde pasar la noche y refugiarse de los ataques aéreos desde el territorio de Israel.

Por su parte, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, aseguró que su gobierno ‘gestiona en todos los niveles y hará todo lo posible para defender a su pueblo y detener la ocupación y evitar que los pobladores (israelíes) dañen los lugares sagrados y el resto de los territorios palestinos’.

El mandatario agregó que las continuadas agresiones (israelíes) en Jerusalén y en Gaza exceden todos los límites en total desprecio de todas normas y acuerdos internacionales.