«Yo voto sí por el nuevo código de las familias porque es inclusivo, vale la pena porque en el se refleja los derechos de todas las personas sea cual sea su orientación sexual».
Así define al nuevo código de las familias el joven homosexual de 28 años de edad Luis Alberto Betancourt de Jobabo Las Tunas, que le permite ir más allá de sus objetivos y sueños.
«Para mí el nuevo código de las familias es inclusivo porque al descubrir mi orientación sexual hacia mi mismo sexo, desde los 16 años, no se abordaba el tema, lo que veía era la discriminación, la que me mantenía en silencio».
«Me gustan los hombres, y recuerdo el miedo que sentía revelarlo por el impacto en la sociedad, por la reacción de la familia, amistades, el rechazo».
A pesar de los tropiezos, Luis continua con su vida y hoy siente la esperanza con las posibilidades que ofrece el nuevo Código de las Familias, donde se reconocen, aceptan y respetan los derechos de las personas con diversas orientaciones sexuales.
«Desde que se comenzó abordar el tema de este nuevo código me siento diferente, ya que en el se refleja nuestros derechos ante la sociedad como personas, vivir libres sin miedo a expresar lo que sentimos y lo que me gusta».
«Lo acepto porque junto a mi pareja podré salir sin miedo a la calle, con un poquito más de aceptación en nuestra sociedad, la que ha evolucionado hacia la inclusión, el respeto y la igualdad entre las personas».
Aprobar el nuevo Código de las Familias es una apuesta por la vida para personas que sienten atracción por otras del mismo sexo, como Luis Alberto Betancourt de Jobabo Las Tunas, cuando el miedo y el agobio lo embargan, hoy siente el empuje para emprender el camino.