El Promotor cultural es el encargado de promover y organizar la participación de la población en su propio desarrollo espiritual a partir de la identificación de su realidad sociocultural.
Son agentes de cambio que dinamizan las potencialidades de la comunidad y centros escolares a partir de la identificación de la promoción del arte y la cultura, fortaleciendo de este modo el sentido de pertenencia, la identidad local y nacional, cuyo soporte principal es de intermediario entre los artistas, las instituciones culturales y el público.
Favorecen el enriquecimiento de la personalidad, el desarrollo de ciudadanos con estilos de vida cualitativamente superiores, capaces de disfrutar, apreciar, valorar y enjuiciar críticamente el universo cultural e incorporar los nuevos conocimientos a su quehacer cotidiano.
El promotor cultural deberá ser una persona que crea en el ser y en la humanidad, que tenga conciencia y claridad, que tenga la sensibilidad necesaria para percibir los fenómenos que se encuentran depositados en las tradiciones y costumbres de un grupo social.
Debe diagnosticar las habilidades artísticas del público al que dirige su accionar, el perfil emocional, psicológico y circunstancial del sujeto o grupo con el que trabaja. Estos factores influyen en el método y las herramientas a emplear, un público diverso implica enfoques y dinámicas variadas, pero esto demanda un bagaje de conocimientos que permita realizar, eficientemente esta labor.
La Misión es rescatar las tradiciones culturales de nuestro pueblo y mejorar la calidad de vida de la población a través de las diferentes acciones que desarrollan para el gusto e interés de la misma, donde promueven la participación de la localidad en actividades que contribuyan al empleo del tiempo libre de manera sana.
En conclusión, el promotor cultural debe ser un líder en las comunidades, que encauce su mística, conocimientos y su vocación de servicio en el desarrollo de actividades que generen el bienestar, que permitan elevar la calidad de vida en la región social al cual trata de servir.
El curso es ofertado por el Centro Nacional de Superación para la Cultura y tiene una duración de dos años. Este se inició en el 2003 donde se incorporaron Promotores en ejercicio y jóvenes egresados del Curso de Superación General Integral.
Puede ser también una oferta de empleo para aquellos que estén desvinculados del estudio y el trabajo en zonas donde se necesite de su labor, siendo un apoyo más a la cultura del municipio.