Las Tunas.- Los campesinos y trabajadores estatales del sector agropecuario de la provincia de Las Tunas están en condiciones de cumplir en el mes de octubre de 2021 con el programa de autoabastecimiento municipal, especialmente con la entrega mensual de 30 libras de productos agrícolas a cada persona.
Así le confirmó recientemente el delegado del Ministerio de la Agricultura (Minag) en el territorio, Yoel Martínez Vargas, al presidente cubano, Miguel Díaz Canel Bermúdez, ante quien destacó el compromiso colectivo de producir 15 libras de viandas, diez de hortalizas, dos de granos y tres de frutas.
Esto puede ser posible con la siembra, cada año, de unas 11 mil 900 hectáreas y el acopio de más de 88 mil 400 toneladas de esos alimentos, en un notable esfuerzo porque esta es una zona con más del 80 por ciento de sus suelos en mal estado y con un escaso régimen de precipitaciones.
Martínez Vargas informó que, como aliciente, están los resultados de diciembre del pasado año, cuando el municipio de Manatí satisfizo las demandas de sus pobladores, y que Amancio lleva varios meses consecutivos acercándose a esa cifra.
Para cumplir con el plan de soberanía alimentaria, en el territorio se ha trabajado incesantemente en la búsqueda de nuevas áreas que permitan incrementar las producciones para compensar los bajos rendimientos de la mayoría de los renglones por la falta de fertilizantes químicos, plaguicidas y otros importantes insumos.
Sobresalen el nuevo polo productivo de Fleitas, en tierras manatienses, Majagual, en el municipio cabecera, y otras áreas en el resto de la provincia, en las que se priorizan los cultivos de ciclos cortos y se pone en práctica la estrategia de distribuir el plátano para que los daños sean menores, en caso de ocurrir fenómenos meteorológicos adversos.
Además, en el territorio está garantizada el agua porque hay suficientes reservas en los embalses de uso agrícola y, poco a poco han ido creciendo las áreas bajo sistemas de riego, las cuales superan las 10 mil 500 hectáreas, lo que representa el 34 por ciento de la superficie cultivable total.
Otras ventajas son la garantía de semillas agámicas y botánicas, la aplicación de abonos orgánicos, el uso de técnicas agroecológicas y el aprovechamiento de todos los espacios, incluyendo los patios asociados al Movimiento de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar.