La celebración de esta efeméride, desde el 59 ha venido acompañada de una serie de actividades que incluyen festejos públicos, actos, reconocimientos a trabajadores, inauguraciones de obras públicas, intercambios históricos… pero, este año, las condiciones adversas que impone la COVID-19, no permiten cumplimentar lo que hasta ahora se ha convertido en una tradición de pueblo.
Vale la pena arribar a esta fecha con la satisfacción que Jobabo, un municipio que no goza de muchos resultados económicos que exhibir en estos momentos, ni obras concluidas que inaugurar, ha sacudido los pies y no ha tenido casos del nuevo coronavirus, y qué mejor orgullo que mostrar que tenemos una fortaleza en la prevención.
Siempre habrá como festejar, sea en pequeños espacios o una fiesta familiar, o un mitin en el centro de trabajo, o ese reconocimiento al pueblo que llega a través de los medios a través de la alocución de los dirigentes… con ello bastará para homenajear a los que hace 67 años se lanzaron a una aventura que parecía imposible, la de poner coto a los desmanes de una dictadura entreguista, inconstitucional y salpicada de sangre.
Mañana, será un 26 calmado, sin rebullicio, sin tanta gente en la calle, sin ese acto acompañado de una feria gigante, tal vez sin esas concentraciones derivadas de los recorridos e inauguraciones, pero, será siempre, como otros años la fecha que demuestra la Rebeldía y el orgullo de saberse revolucionario.