Jobabo cerró mayo con más de 62 millones de pesos en ventas y 34 de circulación mercantil minorista, cifras que no están muy lejos de lo que para esta feche, en años anteriores, aportan las entidades locales, a pesar de que ahora tienen una restricción adicional con las paralizaciones que generó la COVID-19.
Estos y otros indicadores claves de la economía local fueron analizados ayer en el municipio por los principales dirigentes y directivos de Jobabo, quienes evaluaron, esta vez con un mayor acercamiento a la objetividad, qué opciones quedan para cumplir con las recaudaciones financieras y cubrir parte del déficit presupuestario en lo que resta de 2020.
Parte del análisis se centró en Comercio y Gastronomía, entidad que viene a ser el motor impulsor de las aportaciones al gasto público, y que tiene ahora una notable reducción en las asignaciones y en sus planes de venta, por lo que se pidió concentrar los esfuerzos en las capacidades que hay en el centro de elaboración y las propias unidades, las cuales no pueden seguir con las tablillas vacías.
El pago sin respaldo productivo fue otro punto clave, pues se identificaron entidades como la Forestal, farmacias, la geominera Golden Hill, Acopio, Granja urbana, Mayorista, Campismo, Agropecuaria, Mantenimiento Constructivo y Transporte de Pasajeros.
Un problema serio en la economía de Jobabo está dado por el bajón de los Ingresos Participativos, pues de un plan de 4 millones y medio solamente se pudieron recaudar casi dos millones, lo que representa solamente el 37 % de cumplimiento, dejando de aportar alrededor de 3 millones de pesos. Ello está dado por el déficit de abastecimientos en la red en productos industriales y otros que graban esos impuestos.
Tal situación con las finanzas provoca que el municipio tenga un Déficit de casi 13 millones de pesos de un monto planificado de siete millones.