«Hace demasiado no se ve un trozo de carne de chivo o de ovejo, y cuando se ve es a un precio desorbitante. Desde que comenzó toda esta rebambaramba de la COVID-19 parece que se desaparecieron esas carnes» dice Antonio, un jobabense que salía del mercado hace unos días con medio saco de maíz, pero sin el plato fuerte para ponerle arriba a los tamales.
Y así como Antonio extraña las carnes, no encontré un solo entrevistado que pudiera dar la señal de donde encontrar algo de plato fuerte.
Ciertamente los ejemplares de ganado menor y los cerdos parecen en extinción, por lo menos para la media poblacional que no los cría, es por ello que recientemente salieron a la luz una serie de iniciativas locales para recuperar en Jobabo la crianza de ganado menor y la porcicultura y poder devolver discretamente la oportunidad a un mercado desaparecido.
«Estamos hablando de módulos de ganado ovino caprino en las propias bases productivas, principalmente en las Unidades Básicas de Producción Cooperativas (UBPC) que en un primer momento favorezcan la reproducción de ejemplares, sirvan de pies de cría a los que quieran emprender sus propios rebaños y luego, en un corto plazo, poder comercializar carnes en puntos de venta estatales» explica Julio Villa Verdecia, Delegado de la Agricultura en este municipio, durante un recorrido.
El principal enfoque productivo dedicado al ganado menor que ve la parte estatal está en una de las áreas de la finca de alimento animal situada entre Dos Hermanos y La Conchita, perteneciente a la Unidad Empresarial de Base Agropecuaria Integral Jobabo, donde ya se han dado algunos pasos para fomentar el rebaño y tratar de aumentarlo.
«Esto sería el punto de partida, porque realmente no habíamos proyectado antes nada similar, siempre nos hemos dedicado a la ganadería vacuna y obviamos la ovino-caprino» precisa Luis Manuel Sánchez Ramírez, director de la entidad.
Ello viene a tono con un proyecto socio productivo para revitalizar la mini-industria en Dos Hermanos, donde existe la infraestructura necesaria para procesar carnes de este tipo y darle un valor agregado al simple troceado que hacen los carniceros.
«Vamos a aprovechar todo, el cepo, la losa, y dotarnos de equipos de refrigeración, cocción, y todo lo necesario para industrializar esas carnes. Ya tenemos lo principal que es parte de la infraestructura vieja que estaba casi abandonada» refiere Yaciel Benítez, encargado de echar a funcionar el proyecto.
El principal dilema está en la sostenibilidad del proyecto, si realmente se va garantizar el animal en pie, porque para ello se necesitaría conveniar con más de medio centenar de buenos productores (de cabras o carneros) y eso es lo que no abunda mucho en Jobabo, por lo menos que tengan el ganado menor como su prioridad y que tengan una masa abundante.
«Aquí no he visto a nadie que mantenga una masa de 100 a 150 chivos de manera estable, no sé qué pasa, pero siempre que pasan de 40 a o 50 comienzan a vender las crías y no se ve un rebaño como en la ganadería, que casi todos quieren aumentar las hembras, o la masa en general» dice un viejo cooperativista.
El temor a perder los animales por la la oestrosis ovina, devino en una disminución de la masa hace dos o tres años, dijo el Director de Veterinaria.
Intereses y chuqueo
En una de las mas recientes reuniones de chequeo al sector agroalimentario, el Primer Secretario del Partido en la provincia de Las Tunas, Manuel Pérez Gallego, insistió en la recuperación del ganado menor como una de las prioridades de la estrategia de sostenibilidad alimentaria, al mismo tiempo que se evaluaron algunas de las oportunidades que en materia de desarrollo podían incluir aquí en Jobabo oportunidades para este programa.
A ciencia cierta, uno de los problemas es que aun cuando la ganadería ovino-caprina forma parte de uno de los programas de la Agricultura Urbana y Suburbana, no se le ha prestado la atención que requiere, y durante los últimos diez años, prácticamente no entra dentro de las prioridades de chequeo de la agricultura jobabense.
El mejor reflejo de esa poca atención dada está en los propios informes mensuales del programa agroalimentario, que escasamente aparecen los números de destino a la unidad comercializadora de ganado menor, cuyo interés va puesto en un balance provincial y no en un consumo local que es lo que necesita la población de este municipio, autoabastecimiento y suministro propio.
La realidad hoy
Los planes de entrega son ínfimos si analizamos el balance nutricional y las necesidades de consumo. Las cifras se cumplen, es un hecho, sin embargo no podemos dar saltos de alegría cuando nos referimos al programa de desarrollo ovino caprino debido a que menos del 10 por ciento de los campesinos se inserta oficialmente en la crianza de estos animales y tienen compromisos de entrega.
Como tal el programa ovino-caprino existe, pero lejos de potenciar el desarrollo de este renglón que es su objetivo fundamental más bien se dedica, acá en Jobabo, a contratar y comercializar lo poco que sale de las unidades del sector agropecuario. La entrega por meses no sobrepasa las cinco mil toneladas, lo que representa poco más de 100 animales.
Tendría que duplicarse o triplicarse esa cifra para que los precios estatales disminuyeran por lo menos en un 40 o 50 porciento, y se hiciera más asequible a la gente una carne de alto valor nutritivo y de alta demanda en el mercado nacional.
También se requiere establecer un mejor mecanismo para fijar precios que estén en correspondencia con la calidad del producto.
Los datos por si solos no se van a acomodar a consideración de los consumidores. Falta más que voluntad, planificar mejor el desarrollo de la ganadería menor en Jobabo, ¿cómo? A través del incremento de los centros de reproducción de chivos y ovejos, buscar razas más resistentes y de mayor rendimiento, aumentar los convenios en el sector cooperativo y campesino, y fomentar la crianza de estos animales en las unidades estatales, hasta ahora con un pobre rebaño.
La solución está pero se necesita trabajar con empeño y que desde la delegación de la agricultura no se le continúe tirando con la izquierda a este tema, que casi siempre se deja a la suerte de quienes si ven ventajas en la crianza de ganado ovino caprino. La carne aparece, pero a qué precio?