Jobabo.- Las limitaciones técnico-materiales que impiden avances en el desarrollo ganadero en Jobabo y los problemas que en el orden organizativo influyen en el retroceso que ha tenido este año la producción lechera y de carne vacuna tuvieron una atención diferenciada para, desde una arista práctica y objetiva, dar un empuje a estos programas aquí.
El intercambio con directivos y especialistas del sector pecuario, dirigido por el Miembro del Buró Provincial del Partido Reynaldo Luis Rivero Álvares, y la Primera Secretaria del Partido en Jobabo, Blanca Iris Santana, fue el punto de partida para equilibrar la atención que se le da a la ganadería y a la parte agrícola.
Cuestiones como la gestión administrativa, asignación de recursos, manejo de la masa, impacto de la producción lechera y de carne en la economía, contratación, planificación y control en la base fueron debatidas en el encuentro, que lejos de ser un análisis devino más bien en un espacio de razonamiento lógico para cambiar los enfoques productivos.
Fue en esencia, una radiografía de cómo funciona el sistema pecuario jobabense y qué aspectos deben transformarse, especialmente en el completamiento de las estructuras administrativas y técnicas del equipo que gestiona la ganadería a nivel empresarial, al mismo tiempo que se trajeron a colación datos que corroboran un retroceso notable en 2020 con respecto a años anteriores.
A la necesidad de manejar adecuadamente la salud animal y enfocar mejor el trabajo en la genética, también se le dedicó un espacio, insistiéndose en proyectar mejor las rutas de inseminación artificial, dirigir, planificar y controlar mejor los programas de alimentación animal, y equilibrar la correlación hembras y machos, cuya tendencia va por el camino de una reducción notable en la natalidad vacuna.
El tema viene debate en un contexto en que Jobabo registra una caída significativa en la producción lechera, con más de 700 mil litros de deuda al plan y pronósticos de que es imposible recuperar esa cifra antes de cerrar calendario.
También se registran unas mil 30 muertes más que en igual periodo del año pasado, dado en gran medida por desnutrición y accidentes, incidiendo en mayor cantidad las hembras y las crías, lo que compromete el futuro del desarrollo ganadero local.