Fue en 40 pesos, ese mismo sitio por donde nueve años atrás había pasado el Che y su tropa, y donde el 24 de diciembre de 1967 el Comandante en Jefe pronunciaba un efusivo discurso y elogia la labor de la Brigada encargada del desmonte de un área destinada para la siembra de arroz luego de finalizar su trabajo en la provincia de Oriente, y que precisamente llevaba el nombre del Guerrillero Heroico.
Allí Fidel habló de la importancia que en esos momentos tenía para el país incrementar el cultivo del cereal y fomentar otros renglones agrícolas en esta y otras regiones, y el papel que ese destacamento de combatientes, obreros y campesinos, la mayoría jóvenes, estaba desempeñando a pesar de la carencia de recursos y equipos mecanizados.
Juan Ramírez Leyva uno de los testigos presenciales de ese momento no olvida estar tan cerca del comandante en Jefe.