Al referirse a la inclusión de Cuba en la ‘lista negra’ del Departamento de Estado sobre países que a juicio de Washington no cooperan en lucha antiterrorista, el doctor Méndez afirmó en entrevista con Prensa Latina que es parte del incremento de la hostilidad que caracteriza la actual administración de la Casa Blanca.
No sorprende que se aparezca el Departamento de Estado con semejante decisión, un día después de una contundente denuncia de Cuba sobre el atentado terrorista contra nuestra embajada en Washington, precisó el profesor universitario.
Cuba exige, con razón, respuestas al Gobierno de Estados Unidos acerca de los vínculos del autor de la agresión ?enfatizó-, con elementos de sectores extremistas anticubanos de Miami.
Pero hay que recordar -puntualizó- que para Estados Unidos el terrorismo de origen cubano es un caso doméstico y forma parte de una política que por años mantiene en la impunidad a esos individuos violentos que están asentados en su territorio.
Podríamos hacer una larga lista de terroristas y organizaciones de esa naturaleza que están bajo el paraguas de la Casa Blanca, apuntó el estudioso del tema, quien insistió que Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, dos de los más connotados criminales del hemisferio occidental murieron tranquilos en Miami sin pagar sus culpas.
Hay investigaciones que documentan los planes fraguados y ejecutados en Estados Unidos contra intereses y objetivos vinculados a Cuba. Solo en Nueva York han detonado más de 80 artefactos explosivos, argumentó Méndez, licenciado en Derecho en la Universidad de La Habana.
Ahí están en los registros históricos los planes, por ejemplo, para asesinar a embajadores cubanos.
El 25 de marzo de 1979 en Nueva York, colocaron una bomba en el automóvil del diplomático Raúl Roa, pero se cayó y fue desactivada por la policía, explicó el autor de libros como ‘Bajo las alas del Cóndor’, ‘La Operación Cóndor contra Cuba’ y ‘Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba’.
Comentó Méndez que, en realidad en los últimos meses y días, el propio ‘secretario de Estado Mike Pompeo se ha dedicado a atacar a Cuba a través de su cuenta oficial en Twitter, lo que han hecho otros altos funcionarios de esa administración’.
Por lo tanto, veo lo de la lista -en la que figuran Irán, la República Popular Democrática de Corea, Siria y Venezuela- como parte de esa escalada de hostilidad, recalcó.
Dijo que esta inclusión en una lista ‘a la cual se le pueden dar todos los calificativos’ es ‘una carga adicional que dificultaría cualquier iniciativa a favor de Cuba en el Congreso estadounidense’.
La decisión es además ‘un guiño de la administración Trump al electorado de Florida en año de elecciones, en especial a esos sectores de la emigración cubana que se oponen a cualquier acercamiento a la isla’, apuntó.
Ahora tendremos que batallar porque nos vuelvan a retirar de esa lista en la que nunca debimos estar, añadió Méndez.
Recordó que uno de los planteamientos de principio de Cuba cuando comenzó el proceso de restablecimiento de relaciones con Estados Unidos, fue que ese país retirara a la isla de la nómina unilateral de naciones patrocinadoras del terrorismo.
‘El término que utilizan en estos momentos parece matizado. Se refieren en esta ‘lista negra’ a ‘países que no colaboran con la lucha antiterrorista’, prácticamente lo mismo que decir ‘países patrocinadores del terrorismo’, relación en la que injustamente colocó Estados Unidos a Cuba en 1979′, acotó el estudioso.
Luego Cuba aparece en el primer informe en 1981 y, desde entonces -concluyó Méndez-, cada año se incluyó sin asideros, ni argumentos hasta 2015. Siempre como pretexto para mantener el bloqueo genocida más prolongado de la historia. (Por Deisy Francis Mexidor)