Marina Carrasco Álvarez tiene 65 años. Casi toda su vida la ha dedicado a un pedacito de tierra que cuida con esmero y es a la vez el sustento de la familia. Dicen los que la conocen que pocos se le paran al lado cuando hay que desherbar. Esta campesina vive en Feijóo y pertenece a la Cooperativa de Créditos y Servicios Osvaldo Figueredo, no es de esas grandes productoras, pero lo poco que cosecha lo entrega con voluntad.
Marina habla poco, sus cortas palabras explícitamente se entrecortan, sin embargo en su rostro calmado, en su voluntad y en su siempre disposición a hacer y entregar lo poco que produce en su finca, muestra un dote especial de campesina que siente orgullo de poder aportar con sus manos a la alimentación de la gente.