En marzo y la primera quincena de abril, por falta de precipitaciones, prácticamente no se sembró como para evaluar el avance de la campaña de primavera, aseguran especialistas del sector agropecuario local, quienes ponderan que a finales de este mes y principios de mayo es cuando se comienzan a acometer las principales acciones.
Ello complica un tanto la situación porque al concluir el primer mes de campaña solo se reportaban 27 hectáreas selladas de viandas de un plan de 143 hectáreas, mientras que el total de cultivos no sobrepasaba un tercio de las 460 hectáreas programadas, lo que va acumulando retrasos para los siguientes meses que de un promedio de unas 600 hectáreas deberán subir mucho más sus aportes.
Aunque ahora en abril se ha agilizado un poco más la campaña, las principales labores han estado en la preparación de tierras, igualmente afectadas por la falta de combustibles e insumos, aunque se ha trabajado con intensidad aprovechando la tracción animal, explicaron desde la Unidad Empresarial de Base Integral Agropecuaria, entidad que pretende recuperar en esta etapa las áreas bajo riego con cultivos de ciclo corto y ponderar la siembra de plátano, cultivo muy deprimido debido a la intensa sequía.
El objetivo es llegar la menos antes de concluya la campaña de primavera a unas 4000 hectáreas plantadas y mejorar el balance de áreas, un indicador clave en la agricultura y que en los últimos cinco años no se ha logrado cumplir.